Revista digital "LA TORRE"

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miércoles, 3 de diciembre de 2014


OPINIÓN
ENTREVISTA 

Redactora: Noelia Vieites. 2º ESO B
Entrevistador: Juan José Otero Domínguez.
2º ESO B.

Entrevistado: DIEGO VILLALONGA.

Profesor del IES "Picacho".







1.-¿Cuánto tiempo llevas en la enseñanza?

 Cerca de treinta y tres años. Comencé en este mundo en el  1982, un veintitrés de Febrero.



2.- ¿Y en el IES Picacho?


Exactamente los mismos años, porque éste ha sido mi único destino, donde yo he ejercido la profesión. Llegué aquí con un contrato de tres meses y me quedé sin esperarlo.


3.-¿Te gusta enseñar?


Mucho. Siempre he estado muy orgulloso de mi profesión. Me lo paso muy bien enseñando. Es divertido y gratificante.


4.- ¿Cómo y por qué tomaste la decisión de ser profesor?


Realmente yo no me había preparado inicialmente para esto, nunca pensé al principio de mi carrera dedicarme a la pedagogía. Lo que yo quería hacer era investigar, por eso me licencié en Química. Pero es evidente que la profesión me llamó. Y ahora no me arrepiento de que en aquel entonces mi destino me llevara hacia la enseñanza.


5.- ¿De no haber sido profesor qué otra profesión te hubiese gustado desempeñar?


Como ya dije en primer lugar, la de químico,  porque me encantaba investigar, Pero yo no decidí un día ser lo que soy sin más, sino que la vocación vino hacia mí un 18 de Febrero de 1982, cuando me llamaron para trabajar en la enseñanza. El día 19 me hicieron una entrevista y ya todo siguió su curso hasta llegar al momento actual, en el que no me queda prácticamente nada para jubilarme.


6.-¿Te has sentido cómodo dando clases en el IES "Picacho?


Sí. Considero que soy un privilegiado porque me siento respetado y querido por todos mis compañeros y alumnos

7.-¿Después de jubilarte, crees que echarás de menos tu trabajo de profesor?

Sí, claro. Incluso me costará un poco hacerme con el cambio de vida. No obstante, tengo bastantes proyectos para esa nueva etapa que se me avecina. Durante estos treinta y tres años me he dedicado en cuerpo y alma a mi profesión, y ahora me toca descansar y hacer todas aquellas cosas que antes no pude hacer

8.- ¿Tienes pensado algún hobby para rellenar tu tiempo?

Pues me encanta disfrutar de la compañía de mi mujer y mis hijos. Y ahora que ya no estaré inmiscuido en los asuntos del colegio, me dedicaré a ayudarles más, especialmente en la cocina que me gusta tanto, y de la que quiero aprender. También  deseo viajar, ir al teatro y al cine, ver musicales, leer, hacer algo de gimnasia... En eso voy a dedicar especialmente mi tiempo

9.- Desde que empezaste a trabajar hasta nuestros días, ¿crees que ha cambiado mucho la enseñanza?

Realmente ha cambiado muchísimo. Por ejemplo, el interés de los padres y alumnos ya no es el mismo, ha disminuido notablemente respecto a tiempos pasados. Y en eso nada tiene que ver el tratamiento de cortesía del "Don" ni del "Doña". Antes, independientemente de que se tratara de forma distante y cortés al profesor, se tenía al mismo como una figura importante. Ahora muchos alumnos pierden el respeto a la figura del maestro,  y tratan a éste de igual a igual, no como la autoridad que representa. Por otro lado, ha cambiado también excesivamente la burocracia. Ahora cada vez hay más papeleo administrativo.

10. ¿Cuál crees que era mejor el sistema educativo de antes o el de ahora?

Todo tiene sus pros y sus contras. El problema de los sistemas actuales es que no persisten demasiado en el tiempo, y eso no es bueno, porque hace que no podamos comprobar si son eficientes o no. Desde que yo estoy en la enseñanza, he conocido un montón de cambios: la Logse, la Loce, la Loe... y creo que para evaluar una ley hace falta al menos 25 años de permanencia en el sistema educativo.
Sí podría valorar  el sistema antiguo, por el simple hecho de que estuvo 25 años con nosotros, y te puedo decir que no era malo a pesar de contar con menos tecnología.

11.-¿Cómo era el Picacho en sus inicios?

 Recuerdo cuando el "Picacho" pertenecía al Instituto Social de la Marina, era uno de los mejores centros de la zona. Aquí venían a estudiar los hijos huérfanos de los marineros. En aquel entonces, El Picacho era un sólo colegio, y  comprendía  Primaria, EGB, FP y residencia. Sólo había un director y  un Jefe de Estudios para todo. El centro recibía más aporte económico que ahora, afortunadamente no había recortes y disfrutábamos de buenas instalaciones. Después, cuando pasó a la Junta, perdimos algunas de aquellas instalaciones.

Al principio había incluso monjas, y comenzó teniendo muy pocos alumnos, todos eran hijos huérfanos. Algunos de nuestros grandes y buenos compañeros, ahora ya jubilados, vivieron esta circunstancia: tal es el caso de de Malia o Paco Odero. 

12.- ¿Con qué cosas de entonces y de ahora te quedarías?

Me quedaría con todo lo bueno de una etapa y de otra. Siempre hay que amoldarse a las circunstancias. Y si hay algo  de entonces y de ahora que verdaderamente merezca la pena son las personas. Ellas son lo realmente valioso de la enseñanza. Y a lo largo de mi vida he encontrado  muy buen material humano. Recuerdo las fiestas de 5º curso de FP, con algunos alumnos extraordinarios de entre veinte y dieciocho años que nos trataban como padres, las Navidades ( con aquellas expediciones que hacíamos a Galicia, los cursos de perfeccionamiento que nos permitían convivir y hacer amigos... Y ahora  me quedo con mis compañeros y alumnos de esta etapa, porque he aprendido mucho de ellos, los aprecio y quiero. 

Gracias por vuestra entrevista.

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