El café al servicio de la creatividad
Los alumnos del ciclo de Restauración, en su dinámica de querer no sólo aprender sino también innovar en el café, han inventado una nueva técnica que ellos han denominado como "suflé café Picacho", toda una fusión entre arte y ciencia.
Como bien indica su nombre, el café lleva un estupendo suflé, elaborado al horno con las claras de los huevos batidos y a punto de nieve, y combinados con otros productos. Sin embargo, la novedad no radica en el suflé, ya que es un elemento de larga tradición en la cocina, sino en llevar este maravilloso condimento a las partes más altas de la copa de un café, dando lugar a una variedad diferente y
única de café, ya que no se utiliza así en ninguna otra comunidad de
España.Esta
variedad se puede tomar con o sin licor. Se recomienda que el licor sea un
Pedro Jiménez, dada la cercanía del mismo con el entorno de Sanlúcar de
Barrameda y los alrededores del Puerto de Santa María y Jerez de la Frontera.
Asimismo, lleva tres cucharadas de salsa casera o sirope de chocolate, dos centilitros de ese Pedro Jiménez que hemos dicho que es especialmente exquisito, 400 mililitros de leche y 30 mililitros de café expreso Mocca. Por último, terminamos con la leche espumosa que ellos consiguen hacer con la congelación de la leche.
Nuestra
máxima felicitación a este equipo de compañeros y compañeras que pertenecen al
gremio de la hostelería, porque su
misión va más allá del mero servicio a un cliente, ya que convierten el oficio de la Restauración en un arte al
servicio de la comunidad, y con su creatividad
e ingenio contribuyen a transformar la sociedad.
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